Envase y contenido: cómo lograr una pareja feliz
No podemos decantarnos entre el producto o el diseño del packaging porque ambos son muy importantes. El contenedor y el contenido tienen una relación estrecha: uno y otro se complementan.

¿Eres de los que compra un producto por su empaque? No eres la excepción: muchos lo hacen guiados por lo atractivo del envase. Las grandes empresas lo saben y su inversión en este rubro es alta. Tú también puedes hacerlo y alcanzar el ideal: un buen empaque y un buen contenido.
El diseño del envase, su estética y su etiquetado tienen información valiosa para la valoración del producto y percepción de la marca . El envase representa, de muchas formas, la identidad del producto en una forma tridimensional. Es por esta razón que el vínculo entre el contenedor y el contenido puede transformar completamente la noción que se tiene de un producto.
Un famoso estudio que se realizó para medir el poder de comunicación de un envase. La revista inglesa Which? hizo una prueba de galletas con chips de chocolate, para valorarlas según su sabor y textura, en dos grupos de personas separadas. Un grupo pudo ver el diseño del envase y el otro no. El resultado demostró que quienes vieron el diseño del envase dijeron que las galletas estaban mucho más sabrosas que las otras.Parejas conflictivas
Hagamos un ejercicio para determinar cómo es la relación entre un diseño de envase atractivo o poco atractivo , y un buen o mal producto.
- Un envase atractivo que contiene un buen producto.
Este sería el mejor
escenario. Un packaging que habla sobre las cualidades de su contenido y
un
producto que satisface las expectativas del consumidor.
Primero compras porque
el diseño del envase te gusta, y luego, cuando pruebas el producto éste también
es de tu agrado.
Aun que sea una combinación triunfadora se sugiere evolucionar y añadir valor al envase para reafirmar su posicionamiento, fidelizar a sus consumidores y mantenerse vigente.
- Un envase feo que contiene un buen producto.
Cuando no atraes a los consumidores con el packaging de tu producto, estos pasan de largo y toman otro
producto que si les llame la atención por su aspecto. Si el producto, aunque su
envase sea poco atractivo, se vende porque su contenido es bueno, la advertencia
es que muy pronto puede aparecer un competidor con una oferta parecida en
calidad, pero con un diseño de envase más atrayente que se quede con tu parte
del mercado.
Se recomienda un ajuste en el diseño estructural y estético para crear un envase atractivo. Lo importante es que el packaging hable de la calidad del producto que contiene.
- Un envase atractivo que contiene un producto malo.
Un
packaging agradable
vende
por su diseño pero cuando el consumidor se da cuenta de que el producto no es
bueno dejará de consumirlo.
Ocurre algunas veces que el diseño del envase no es el mejor para el producto y genera falsas expectativas. La recomendación es examinar si el problema es que el diseño comunica una información no apropiada del producto, y en este caso, es necesario ajustar el diseño para posicionarlo adecuadamente a la calidad del mismo.
Si el problema es que el producto no gusta, lo aconsejable es realizar un cambio en la formulación y hacerlo saber mediante un cambio parcial o total el diseño del envase.
- Un envase feo y un producto malo. Es el peor de los escenarios. Es prácticamente inviable en términos económicos ya que tendrá un triste final. Se recomienda mejorar el producto o directamente formular uno nuevo y renovar la identidad del envase. Se puede lanzar uno nuevo con un nombre distinto.
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